Tu Energía Sexual es Sagrada

No nos enseñaron a mirar la energía sexual como algo sagrado.
Nos enseñaron a temerla, esconderla o a entregarla para recibir algo a cambio: atención, cariño, aprobación, pertenencia.

Pero la verdad es que tu energía sexual es una fuente inagotable de poder.
Es tu fuego vital, tu pulso creativo, tu forma más antigua de conectar contigo misma y con lo divino.

No es solo cuerpo: es magia encarnada.

Cuando tu energía sexual se activa con consciencia, no se gasta. Se multiplica.

No necesitas compartirla con nadie para que tenga sentido.
Tú sola puedes sostenerla, cultivarla, expandirla.
Puedes moverte desde el deseo, no desde la necesidad.
Desde el gozo, no desde el vacío.

Y cuando lo haces, algo cambia:
Dejas de buscar fuera lo que siempre ha estado dentro.
Y empiezas a elegir a quién le abres ese portal, si es que eliges abrirlo.

El útero como guardiana del deseo

Tu útero es más que un órgano.
Es un altar.
Guarda memorias, duelos, traumas, pulsos no vividos.
Por eso a veces sientes tristeza sin razón, cansancio sin motivo o una desconexión que no puedes nombrar.

Volver a él es un acto de valentía.
No para juzgar lo que has vivido, sino para reconectar con lo que sí quieres sentir.
Y cuando lo haces, el deseo vuelve limpio, claro, tuyo.

¿Cómo empezar a reconectar?

No necesitas grandes ceremonias. A veces basta con cerrar los ojos y poner las manos sobre tu vientre.
Escucharlo. Respirarlo. Preguntarle qué necesita.

Otras veces el cuerpo te pide más.
Un baño, un huevo Yoni que te recuerde cómo es habitarte desde adentro.
Un ritual de sanación uterina que te devuelva el poder de elegir qué energía guardas y cuál dejas ir.

Hazlo a tu ritmo, con suavidad.
Tu cuerpo no está roto.
Solo espera que vuelvas a casa.

Decreto

“Mi energía sexual es mía.
No se da por vacío. No se entrega por miedo.
Se comparte cuando hay raíz, deseo y verdad.
Hoy vuelvo a elegir desde el amor, no desde la herida.”

Estás hecha de fuego y flor, de pulso y propósito.
Que tu deseo no sea algo que se entrega:
Que sea algo que se honra.

Te amo. — La Crow