Morir para Renacer: El Cierre del Año Brujil

Morir para Renacer: El Cierre del Año Brujil

Octubre marca el final.

Pero no un final cualquiera: es el cierre del año brujil, el ciclo sagrado que culmina en Samhain — cuando el velo entre los mundos se vuelve más delgado y la energía de la muerte y la transformación nos abraza suavemente.

Es un mes para mirar atrás, reconocer lo vivido, agradecer lo aprendido y permitirte mutar. Como la serpiente que cambia de piel o la mariposa que se rinde a su crisálida, tú también estás llamada a morir simbólicamente para poder renacer.

No hay luz sin oscuridad. No hay renacimiento sin entrega.

El cierre de ciclo

El año brujil no termina con un calendario, sino con la energía.

En Samhain (31 de octubre) se cierra la rueda del año, y la magia nos invita a descansar, soltar y sembrar la intención de lo nuevo.

Este es el momento de hacer balance:

    •    ¿Qué aprendiste en este ciclo?

    •    ¿Qué heridas estás lista para cerrar?

    •    ¿Qué ya cumplió su propósito y puede irse con amor?

Anótalo todo.
La escritura es un hechizo, y cada palabra soltada libera peso del alma.

La Metamorfosis Interior

Metamorfosis no es cambio rápido, es transformación consciente. Es sostenerte en el proceso sin acelerar el renacer. En esta fase, el cuerpo pide silencio, el alma busca comprensión y el espíritu necesita descanso.

Escucha.
Permítete ser el fuego que se apaga y la ceniza que sabe que pronto volverá a ser llama.

Mini ritual para cerrar el año brujil

    1. Limpia tu espacio con humo de salvia blanca, palo santo o romero.

    2. Coloca en tu altar una vela negra (transformación) y una blanca (renacimiento).

    3. Escribe en un papel lo que estás dispuesta a dejar atrás.
Enciéndelo con la llama de la vela negra.

    4. Luego, escribe tus intenciones para el nuevo ciclo y guárdalas junto a un cuarzo o amuleto que represente tu nuevo comienzo.

Mira el fuego, respira profundo y repite:
Me permito soltar con amor. Me preparo para renacer en poder.

Toda muerte simbólica es un acto de amor propio.

La metamorfosis no duele porque destruye, sino porque libera.
Y cuando lo viejo cae, la magia renace en ti.

Te amo. — La Crow.

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