El Solsticio de Invierno: Tiempo de Oscuridad Sagrada

El Solsticio de Invierno: Tiempo de Oscuridad Sagrada

La noche más larga del año no es una pérdida de luz… es un recordatorio.
Un susurro de la Tierra que dice: descansa, regresa, recuerda.

En el solsticio de invierno, el mundo entero entra en pausa. La naturaleza duerme. Las raíces se esconden bajo tierra. Todo parece detenerse… pero nada está muerto. Todo se está gestando en silencio.

Este es un tiempo de oscuridad sagrada. Y en esa oscuridad, hay poder.
Porque no todo lo que florece necesita ser visto.
Y no todo lo que se transforma hace ruido.

Nosotras también somos parte del ciclo. También necesitamos recogernos, cerrar, soltar lo que no sobrevivió al año. El solsticio es un portal. Un umbral invisible entre lo que fue y lo que puede ser.

No es tiempo de correr. Es tiempo de mirar hacia adentro.
De preguntarte:

¿Qué necesita morir en mí?
¿Qué quiero sembrar en esta nueva etapa?

Solo en el vientre de la noche nacen las verdaderas visiones.

Un acto de poder silencioso: encender una intención

No necesitas grandes rituales. Solo presencia. Solo verdad.

Haz esto la noche del solsticio (21 de junio) o en los días cercanos.

    •    Apaga las luces. Quédate en penumbra.

    •    Enciende una única vela.

    •    En silencio, escribe una intención clara: algo que deseas ver florecer en ti para la segunda mitad del año.

    •    Léela en voz alta y quema el papel con cuidado, dejando que el fuego la transforme.

    •    Cierra los ojos. Respira. Siente.

Este es tu nuevo pacto contigo.

No le temas a la oscuridad. Es ahí donde renace tu luz.

Te amo. — La Crow

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