
Cuando la Madre es Bruja, el Hogar se Vuelve Altar
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Hay madres que no solo enseñan a caminar, sino también a sentir. Madres que conocen las fases de la luna, que cocinan con rezos, que limpian el aura de sus hijxs con ramas de romero, y que entienden que amar también es proteger espiritualmente. Son las madres brujas, esas que honran su linaje y siembran consciencia en las nuevas generaciones.
Ser madre bruja no es tener todas las respuestas, es tener la sensibilidad de escuchar lo invisible. Es criar desde la intuición, desde el instinto que sabe cuándo abrazar y cuándo soltar. Es entender que cada niñx trae su propia medicina, y que nuestra tarea no es moldearlos, sino acompañarlos en su verdad.
La madre bruja enseña con el ejemplo. Muestra cómo regresar al cuerpo cuando el mundo exige demasiado. Cómo llorar sin culpa. Cómo agradecer lo simple. Cómo vivir en ritual. En su hogar no se necesita mucho para crear magia: una vela, una intención, unas hierbas y un corazón presente.
Honramos a todas las madres que han sostenido sin ser sostenidas. A las que han sanado mientras criaban. A las que se atrevieron a romper patrones heredados y a las que están aprendiendo a perdonar los suyos.
Ritual sencillo para bendecir a mamá (o a ti misma como madre)
• Enciende una vela blanca y coloca frente a ti una foto de tu madre o un objeto que la represente.
• Toma entre tus manos un cuarzo rosa o un pedazo de rosa seca.
• Cierra los ojos y repite en voz alta: “Honro tu camino. Agradezco tu amor. Perdono lo que no supiste dar. Reconozco la bruja que habita en ti, y en mí.”
• Si eres madre, añade: “Me reconozco como canal de vida, me permito cuidar sin perderme. Soy madre, soy magia, soy medicina.”
Deja que las emociones fluyan. Llora si es necesario. Abrázate. Ofrécele esa luz también a tus ancestras.
"Tu sabiduría materna es medicina. No necesitas hacerlo perfecto, solo presente."
Te amo. La Crow